Monólogo Open Source

Es libre de copiar, modificar y reproducir este monólogo. Recuerda que cualquiera puede resultar gracioso si su audiencia es lo suficientemente estúpida:

-Varios supervivientes de Mauthausen solían declarar que si a un alemán le ponías una gorra se creía el amo del mundo. Si le pones una gorra a un español lo más probable es que se la ladee y se vaya al Primavera Sound. No sé qué es peor.

La primera frase de un monólogo es la más importante, en gran parte porque sin primera frase no hay monólogo. Aquí debes dejar unos segundos de silencio para que el público capte la gracia. Si no se ríen no deberías preocuparte, ya que el chiste es bastante malo, aunque deberías inquietarte, ya que es el mejor chiste del monólogo. Si la risa no se ha producido añadirás lo siguiente:

-Para los que no lo sepáis, Mauthausen no era un defensa de la selección alemana de fútbol…

Deja varios segundos de pausa dramática.

-…era centrocampista.

Mucha gente se reirá sin entender nada  para no parecer inculta. Si siguen sin reírse, estás ante un público que puede ser muy agradecido, son tan zoquetes que no saben ni de fútbol. Si es así olvídate del resto de este monólogo y pasa a contar chistes de Marianico el corto.

-El capitalismo se  basa en 4 conceptos, el primero es ganar dinero y los otros tres siempre se me olvidan.

No te preocupes porque hayas cambiado de tema de manera tan abrupta, a fin de cuentas un monólogo no es más que una sucesión de chistes cuyo único hilo conductor es que todos son malísimos. Si supieras desarrollar una trama escribirías novelas, y para un novelista lo más divertido del mundo es leer. Imagínate el planazo.

-Me parece curioso que la gente critique el capitalismo ahora que las cosas van mal.

Mirada al suelo, mano a la barbilla y pose pensativa, unos segunditos de tensión.

-Aunque bien mirado es normal, Ada Colau la ha liado parda cuando no ha podido pagar su hipoteca, no en el momento en el que la firmó.

Aquí estás jugando con fuego, el público de estos espectáculos es progre y no va  a tolerar que les hagas pensar. Además, en Intereconomía todavía no hay programa de monólogos, puede ser tu última actuación.

-A mí esto de manifestarse y de indignarse me parece muy bien, siempre que se haga de forma civilizada. No como ese amigo mío que canaliza su violencia dando palizas.

Este es un chiste pésimo, pero tampoco te atormentes, a fin de cuentas tu público tiene una vida tan mierdosa que está dispuesto a pagar para que le hagan reír. Se merecen lo peor.

-No, en serio, ¿es más divertido conseguir un millón de firmas o quemar un banco?

Aquí extiendes las manos y sonríes mientras la gente aplaude. Te molas.

-Imagínate el fuego purificador quemando hasta los cimientos la sucursal de una banca ética.

El giro que no se esperaban. EL HUMOR.

– Y tú como un loco, gritándole a la cámara de seguridad: ¡Y AHORA CUÉNTASELO A JORDI EVOLÉ!

Carcajadas y aplausos, pasados unos instantes mueves las manos tratando de calmar a la masa.

-No, en serio, tampoco hay que llegar a esos extremos. Podemos reclamar nuestros derechos y luchar por un mundo mejor sin hacer ninguna barbaridad. Al fin y al cabo, ¿cómo os creéis que consiguieron los negros sentarse al lado de los blancos en los autobuses?

Miras directamente al público, como esperando que alguien te dé la respuesta.

-¿No lo sabéis? ¿en serio?

Dejas pasar un ratito.

-Sí, hombre, lo consiguieron creando un grupo de Facebook.

Risas a tutiplén, los tienes comiendo en tu mano. Cuando se apague la última carcajada continúa.

-De verdad, no os desaniméis nunca, aunque parezca difícil luchad por ello. No hay nada imposible, yo nací muerto y miradme ahora.

Aquí das unos saltitos, te tiras al suelo y haces un par de flexiones. Humor gestual, dominas todos los registros, no te puede parar nadie. Algunos se levantan y aplauden, ninguno de ellos es amigo tuyo. La locura.

-Sois los mejores, de verdad. Y los más listos.

Aquí aplaudes al público, agradecido. Un momentito y dejas de aplaudir en seco, como si te hubieras dado cuenta de algo importante.

-Bueno, los más listos no, esos se fueron de España en cuanto tuvieron ocasión.

Tacatá, están en ese punto en el que cualquier chorrada les va a hacer gracia. Es el momento de ir acabando antes de que se les pase el efecto del petilla de antes de entrar.

-Muchas gracias, muchas gracias. Un último consejo, sed vosotros mismos. Que nadie os diga lo que tenéis que pensar, que no os cambien vuestra visión del mundo, seguid aferrados a vuestros ideales, a los mismos que teníais con veinte años.

La gente aplaude, está contigo.

-Seguid leyendo el mismo periódico, oyendo la misma tertulia en la misma cadena de radio, viendo el mismo informativo en el mismo canal de televisión. Seguid siendo unos garrulos de mierda.

Todo el auditorio se pone en pie y te jalea. Saludas con la mano, haces una pequeña reverencia, te das la vuelta y te vas.

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